BERENJENAS FRITAS CON MIEL DE CAÑA (Típica de Córdoba)

Descubrí este aperitivo en un viaje que hice a Córdoba, y una de las delicias gastronómicas que prové allí, fueron estas berenjenas fritas y aderezadas con miel de caña. Són espectaculares, a mi de por sí, las berenjenas me chiflan pero de esta forma me encantan.

Una vez de vuelta a casa empecé a practicar, las primeras un fiasco, me quedaron super aceitosas, y no podía entender cómo lo hacían para que quedasen tiernas por dentro y crujientes por fuera, y para nada aceitosas. Y como toda receta tiene su truquillo, empecé a investigar: que si meterlas en agua con sal, que si bañarlas con leche, que si rociarlas con sal y dejar escurrir……todos procedimientos válidos, pero no quedaban como yo las recordaba. Y un día, por fin encontré el truco definitivo, se trataba de dejarlas en remojo con cerveza.

Otras de los trucos de una buena fritura, es freír los productos en aceite muy caliente, y en pequeñas tandas, así evitaremos que baje la temperatura del aceite. Os explico a continuación la forma exacta de proceder para freír las berenjenas.

Lavamos las berenjenas, y las cortamos en rodajas de 1,5 cm. aproximadamente, luego las cortamos en forma de palitos, como si se trataran de patatas fritas. A continuación las colocamos en un recipiente hondo y las cubrimos con cerveza, al menos durante 20-25 minutos.

El toque amargo que le da el lúpulo de la cerveza, le va perfecto a las berenjenas, que ya tienen ese toque amargo propio.

Pasado el tiempo de remojo, las sacamos del recipiente y las dejamos sobre un paño de cocina o bien papel absorbente de cocina para quitar el exceso de humedad.

A continuación ya podemos salar y enharinar ligeramente, y retiramos la harina sobrante, con la ayuda de un colador. Ahora ya podremos proceder a freír con aceite que esté bien caliente, y recordando de freírlas en grupos pequeños para mantener la temperatura del aceite. Un vez fritas las retiramos sobre un plato con papel de cocina para retirar el exceso de aceite, y LISTAS PARA DISFRUTAR. Tener en cuenta que debemos de freír y servir inmediatamente para que tengan ese crujiente especial y no se reblandezcan.

Sólo le falta un pequeño detalle, las acompañamos con unos hilillos de miel de caña, y ya son la repera.

 

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