Para los que nos gustan los sabores cítricos, este es uno de los pasteles predilectos. Es un poco laborioso, pero os va a encantar el resultado. Podéis preparar la masa y el relleno de limón el día de antes, y dejar para el día siguiente la preparación del merengue.
Los ingredientes son muy pocos y fáciles de encontrar, lo único que os aconsejo es utilizar un molde desmontable para su horneado, porque así os facilitará la tarea. En esta ocasión he preparado uno familiar y como me sobró masa, preparé dos de individuales.
Ingredientes:
Masa:
100 gr de mantequilla
200 gr de harina de repostería
80 gr de azúcar glas
1 huevo
Crema de limón:
200 gr de azúcar blanquilla
60 gr de maicena
4 yemas
Ralladura de limón
100 ml de zumo de limón
1/2 l de leche
50 gr de mantequilla
Merengue:
1/2 vaso de agua
4 claras
280 gr de azúcar
Utensilios:
1 molde redondo desmontable de 20 cm
2 moldes de tartaletas individuales
Preparación:
En un bol, mezclaremos, con las manos la mantequilla fría cortada a cuadraditos con la harina y el azúcar, hasta conseguir una mezcla arenosa. Añadiremos el huevo y seguimos mezclando, hasta obtener una masa homogénea.
La envolvemos en un papel film y la dejamos reposar en la nevera entre 1-2 horas.
Mientras preparamos el relleno de crema de limón. En un bol, mezclamos 100 gr de azúcar con la maicena, vamos incorporando las yemas una a una, y mezclamos muy bien. Añadimos la ralladura y el zumo de limón y mezclamos de nuevo.
En un cazo, calentamos la leche con 100 gr de azúcar. Antes que empiece a hervir, echamos la 1/2 de la mezcla caliente sobre la mezcla de las yemas y el resto de los ingredientes anteriores, removemos muy bien. Volcamos de nuevo sobre el resto de la leche caliente y nos ayudamos de un colador (para evitar grumos) y cocinamos a fuego lento, sin dejar de remover, hasta que nuestra crema espese.
Una vez cocinada, retiramos del fuego, y añadimos la mantequilla fría, e integramos completamente. Dejamos enfriar completamente, tapando a piel, con papel film.
Precalentamos el horno a 200º. Preparamos los moldes, untándolos con mantequilla y un poco de harina espolvoreada.
Sacamos la masa de la nevera, y con la ayuda de un rodillo la estiramos lo máximo que podamos y extendemos sobre los moldes. Con la ayuda de nuestras manos cubrimos bien el fondo y los laterales, recortamos papel de hornear para tapar el fondo de la tarta, y cubrir con peso (garbanzos). Horneamos durante 15 minutos, y pasado ese tiempo retiramos los garbanzos y el papel y seguimos horneado 10-15 minutos más, hasta comprobar que tiene un color tostado que deseamos.
Dejamos enfriar sobre rejilla, una vez fría desmoldamos y rellenamos con la crema de limón que teníamos preparada.
El último paso es preparar el merengue italiano, para ello vamos a preparar un almíbar, colocaremos el agua en una cacerola, añadimos el azúcar y cuando empiece el hervor, mantendremos la cocción hasta obtener un almíbar consistente.
Cuando empiece a hervir, será el momento de poner las claras a batir. Con el almíbar caliente lo verteremos en forma de hilo sobre las claras que se están batiendo, hasta que el merengue esté listo, que serán cuando pase la mezcla a tener una temperatura ambiente.
Decoramos la tarta con el merengue italiano y lo quemamos con ayuda de un soplete justo antes de servir.
Este postre tiene el punto justo de acidez y dulzura ideal para terminar cualquier celebración.
Si os falta algún utensilio para preparar esta delicia de tarta, ahora tenéis la escusa para un autoregalo, os paso el enlace del quemador de cocina y el molde, por si os puede ayudar. Recordad que participo en Amazon Afiliados, y así consigo seguir invertiendo en formación para mi aprendizaje constante.
Feliz semana, y seguid disfrutando en la cocina.
1000besos, Montse.