Este tipo de tarta artesanal típica de Argentina, Paraguay o Uruguay, y tiene su versión en la repostería italiana, en la que la llaman Crostata. Se trata de un masa tipo pasta brisa y que se rellena de dulce de membrillo, o cualquier tipo de mermelada y cubierta con tiras de la misma masa, dando forma de cuadriculado romboidal sobre la capa de dulce.
La he descubierto en blogs de cocineros sudamericanos, pero los italianos también la hacen mucho, quizás cambiando un poco la composición, pero se parecen mucho.
La que os presento hoy es la primera de las que he hecho, pero seguro que no será la última porque és muy versátil y se puede hacer de mil formas, y su decoración puede ser muy especial, jugando con la masa se puede decorar con múltiples motivos.
Ingredientes:
2 huevos grandes
100 gr. de azúcar
75 gr de aceite de oliva
1 limón cáscara rallada
1 cucharadita de extracto de vainilla
450 gr. de harina bizcochona (es decir que lleva la levadura incorporada)
250 gr. de dulce de membrillo
1 molde redondo de 22 cm.
Preparación:
- En un bol añadiremos los huevos, el azúcar, el aceite, la ralladura de limón y la vainilla y batimos ligeramente con una máquina de varillas.
- Cuando esté todo integrado, vamos añadiendo poco a poco la harina y la vamos amasando con las manos, hasta obtener una masa compacta, haremos una bola e intentaremos estirarla lo máximo posible. La aplastaremos ligeramente y la colocaremos sobre el molde que tendremos ligeramente engrasado. Con la ayuda de nuestros dedos iremos aplastando y adaptando la masa a nuestro molde, intentando que quede una capa bien fina , tanto en el fondo como en los laterales del molde. Nos reservamos un poco de masa para la decoración.
- Ahora ya podemos rellenar nuestra tarta con el dulce de membrillo, yo lo aligeré un poco con agua poniéndolo a calentar un poco en una cazuela con unas cucharadas de agua. Cuando veáis que empieza a derretirse ya está listo para utilizar. Sólo hace falta dejar enfriar un poco antes de añadir a la tarta.
- Con el relleno colocado, sólo nos queda decorar con unas tiritas de masa que iremos entrelazando y cruzando.
- Su cocción será a 180º con horno precalentado, durante 30-40 minutos, hasta que la tarta esté dorada.
- Cuando la sacamos del horno dejamos reposar encima de una rejilla hasta que esté bien fría, entonces podemos espolvorearla con azúcar glas (recordad utilizar un colador para que el azúcar se reparta mejor) y tenéis la tarta lista.
Veréis que al espolvorear con azúcar queda todo cubierto, pero cuando pasen unos minutos la parte que toca al membrillo o mermelada se fundirá y quedará transparente. Y si para servir lo acompañáis de unas bolas de helado de vainilla con un poco de canela, triunfaréis.
Este tipo de masa, normalmente se hace con mantequilla, pero esta versión es un poco más light por eso utilizamos aceite en vez de mantequilla.
El relleno lo podéis hacer de cualquier tipo de mermelada, con crema pastelera, con crema de chocolate, en fin con lo que se os pueda ocurrir y que aguante bien el horno.
Tengo pendiente de hacer una prueba, congelar esta tarta a ver que resultado tiene. Según me han dicho queda perfecta, habrá que probar………
Feliz semana.