Aquí tenéis otro postre presentado individualmente en vasito, otra solución rápida y buenísima, para terminar una buena comida o cena. Estoy encantada con este tipo de postre que dan tan buenos resultados.
También tengo que destacar que se realizan con ingredientes bien sencillos, y muchas veces que sirven para aprovechar sobras de otros postres, por ejemplo: Un bizcocho que ya lleva un par de días y todavía no os lo habéis acabado, el café que ha sobrado de la primera cafetera de la mañana, queso de untar que tenemos abandonado en la nevera, nata para montar que os sobró …….
La rapidez con la que podéis preparar estos vasitos es una pasada, en 10 minutos lo tenéis preparado y a la nevera para servir bien fresquitos.
Vamos a ello.
Ingredientes: (4 vasos tipo zurito bajo)
100 gr. de mascarpone o queso tipo philadelphia
200 gr. de nata para montar (+ 35% grasa)
1 cucharada de cacao puro (se puede sustituir por frosting de chocolate)
2 cucharadas de azúcar glass (si habéis utilizado frosting no agregar azúcar)
1 café
½ copa de ron o amaretto
Bizcocho
Preparación:
Ponemos un recipiente el café y lo mezclamos con el licor elegido y reservamos.
Preparamos el bizcocho, cortándolo en láminas y posteriormente lo cortamos en círculos del tamaño del vaso que vayamos a utilizar.
Preparamos la crema de queso, mezclando en un bol: la nata para montar (que previamente tendremos muy fría), el queso mascarpone y el cacao puro en polvo. Vamos a batir estos ingredientes hasta obtener una crema semi montada, lo justo para poder rellenar los vasitos con una manga pastelera. Antes de terminar de batir, añadir el azúcar (la cantidad es aproximada)
Rellenar la manga pastelera con la crema de queso y ya podemos montar los vasitos de la siguiente forma:
La primera capa será la lámina de bizcocho que habremos impregnado con la mezcla de café y licor.
Seguimos con la crema de queso.
La tercera capa, otra lámina de bizcocho bañado en café.
Y por último la última capa de crema de queso, a la que espolvorearemos con un poco de cacao en polvo.
Otra presentación puede ser en vasitos más pequeños, poniendo en el fondo del vaso un poco de bizcocho desmigajado, crema de queso, espolvorear de cacao, y añadir un “retal” del bizcocho que nos haya sobrado.
Espero que os guste, a mis “provadores” oficiales les ha encantado.
Ahora a pensar en el próximo, creo que será de dulce de leche.
