Si queréis sorprender a vuestros invitados, os enseñaré a hacer unas rosas de manzana y hojaldre, que pueden acompañar a un buen postre, por ejemplo un helado, y convertir el plato en un plato digno del mejor chef.
Son muy sencillas de preparar y como veis muy vistosas.
La receta original se hace con hojaldre, pero yo he improvisado y como tenia pasta filo en casa las he preparado con ella. Quedan un poco más sosas, pero quedan preciosas.
Ingredientes. (4 rosas)
3 láminas de pasta filo
1 manzana fuji
1/2 limón
Agua
Mantequilla
Mermelada (la que más os guste)
Preparación:
Cortar la manzana (sin pelar) por la mitad, retirar las pepitas y el corazón y hacer láminas bien finas.
Colocar todas las láminas de manzana en un bol con agua, a la que habremos añadido el zumo de 1/2 limón y cocer en el microondas a máxima potencia durante 3 minutos.
Una vez se hayan cocido las manzanas colar y reservar.
Estirar una lámina de pasta filo, pintar con mantequilla a temperatura ambiente, poner encima otra lámina y volver a pintar, y poner la última lámina encima. Cortar 4 tiras a lo ancho para ir colocando las manzanas cocidas.
Pintaremos cada tira de pasta filo con un poco de mermelada, previamente derretida en el microondas, y colocaremos encima las láminas de manzana sobrepuestas una encima de la otra. Y espolvorear con canela.
A continuación doblaremos la pasta sobre las láminas de manzana e iremos enrollando las tiras para formar las rosas, tener cuidado de presionar ligeramente el rollo para que no se desmonten las rosas.
Una vez enrolladas colocar en unas cápsulas de magdalenas previamente untadas con un poco de mantequilla, y lo colocarlas en un molde de magdalenas. Pintar un poco con mantequilla derretida alrededor de las rosas, la pasta filo.
Y ya están listas para hornear, seguir las indicaciones de la pasta filo, aproximadamente a 150º durante 20 minutos (tiempo muy orientativo, se trata de ir vigilando el horno) hasta conseguir que estén un poco doradas.
Cuando estén bien horneadas, sacar del horno sobre una rejilla y cuando se hayan enfriado un poco, espolvorear con un poco de azúcar glas.